miércoles, 4 de agosto de 2010

LOS LLANEROS Y SU MÚSICA

Ponencia presentada en el
XI SIMPOSIO INTERNACIONAL DE HISTORIA DE LOS LLANOS COLOMBO-VENEZOLANOS:
BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA,
20 DE JULIO DE 1810-20 DE JULIO DE 2010
Támara- Casanare, República de Colombia, julio 17 al 20 de 2010.


Profesor Alberto Díaz
Universidad Rómulo Gallegos
Departamento de tradición Folclórica de CELLUNERG
Telf. 0416-7079763 / elllanerofeliz@gmail.com
San Juan de los Morros, Estado Guárico, Venezuela.

Cuando ensillo mi caballo
Y me fajo mi machete
No envidio la suerte a náide
Ni aun al mismo presidente.


II
Arrogante yo me siento
Cuando voy sobre el caballo
En el llano no transijo
Ni con Rey ni con vasallo


III
Sobre la Hierba la palma
Sobre la palma los cielos
Sobre mi caballo yo
Y sobre yo, mi sombrero

Es sabido que el llanero es junto a su caballo, su sombrero y su música una trilogía que ha venido marcando su característica ante el mundo al que se ha enfrentado durante toda su existencia. Un mundo lleno de dificultades que la misma naturaleza le presenta: largos y ardientes veranos donde la sequía y el calor ablandan al mas guapo, rigurosos y extensos inviernos que muchas veces los obliga a permanecer por mucho tiempo en las trojas de sus casas mientras pueden ser rescatados y otras a esperar que bajen las aguas, pero lo mas llamativo de todas estas cosas, es que nunca pierde su imaginación creadora con respecto a la música.



El profesor Alberto Díaz en un momento de su ponencia con el maestro Isaac Tacha al cuatro.

Para comenzar a hablar de la música llanera naturalmente tenemos que empezar hablando de los instrumentos con los cuales se interpreta, primero hablaremos del instrumento principal: el arpa. El profesor Adolfo Rodríguez dice en unos apuntes para la historia del arpa en los llanos y los misioneros que la introdujeron lo siguiente: “La hipótesis acerca de una difusión del arpa entre indígenas y otras etnicidades por parte de los misioneros Jesuitas en los llanos de Colombia y su difusión posterior al resto de la región llanera no parece desacertada, con la salvedad de que la presencia del mencionado instrumento musical en Venezuela, pudo derivar también del interés de los mismos Jesuitas que misionaron en Venezuela (Guayana, Cabruta al sur del estado Guárico etc.) pero también de otros grupos religiosos: González y Chirinos (2008) mencionan dos casos de sumo interés:
El del pbro Luis Rodríguez Pérez Moreno en 1741, en los llanos de Cojedes, dejando, en su testamento, un mulatito, al mayordomo de la Cofradía de N. S. de la Concepción, proponiendo que entre otras obligaciones, aprendiese “a tocar el órgano, para que lo haga en todas las festividades y los sábados la salve” (p. 27).

Cita, asimismo un codicilo del año 1760, en San Carlos, del pbro don Juan Joseph Salazar, imponiendo “el aprendizaje de oficios, en este caso aprender a tocar arpa para las festividades de la Santísima Vírgen”

En 1782, no por azar, están de moda, los “fandangos”, bailes con “arpa” y una autoridad rompe las cuerdas de una porque advierte parejas de enamorados en la empalizada donde se realiza la fiesta. La esperada conexión entre “lujuria” y modos étnicos de ejercer funciones laborales y festivos (Carrasquel, 1943: 183, 215).

La comunicación durante el siglo XVIII entre ambos llanos, se evidencia de este documento mencionado por Rey Fajardo, I, 294, 295, acerca de indios sálibas acompañando "dos puntas de ganado" procedentes de San Martín y San Juan de los Llanos conducidas por "peones y vaqueros" .

LA INDEPENDENCIA

El 5 de mayo de 1811, el Comandante Politicio y Miliar. Pedro Aldao de San Fernando de Apure conmemora el primer aniversario de la instalación de la Junta de Gobierno de Barinas y recordar el 18 de abril de 1810, trasladándose por el río Apure a territorio de la provincia de Caracas (actualmente sur del Guárico) con un festejo "pánico" (a nuestro entender): baile en torno a un samán, cánticos "del país" (galerones, mariselas, zapas, yucas, huerfanitas, entonadas con maracas, "sonoras Harpas", carrizos, treces, cincos, fulatas y bombos, que "si bien no exprimían todo el gusto de la música, demostraban sin duda el regocijo con que el Americano hospeda al forastero en su libertad" según correspondencia de dicho comandante. La iniciativa emanó del CM de la villa, encabezado por don Felipe Pérez, Alcalde Justicia Mayor y la org. A cargo de Aldado “
El otro instrumento acompañante de la música llanera es el cuatro, el cual muchos investigadores dicen que proviene de la guitarra andaluz y que el llanero modificó y lo encuerdaba con tripas de culebras y del cual derivaron también por ejemplo en el estado Lara, en la sierra coriana de Falcón, y algunas regiones de Trujillo el seis, el cinco, el requinto, el cinco y medio, el cuatro y medio.

El encargado de la percusión es una herencia de nuestros aborígenes: las maracas, instrumento que el llanero fabricaba con la semilla de una flor llamada capacho y de ahí el nombre dado a este instrumento: los capachos.

El cuarto viento del llano como lo menciona Mantilla Trejos en su hermoso poema viene a ser la voz del llanero, pero en verdad es muy poco lo que conocemos de esa expresión musical durante la época emancipadora, claro que ya el llanero era protagonista principal y me los imagino en las reuniones que hacían, cantando y bailando al son del arpa el cuatro y las maracas, dice Reinaldo Armas refiriéndose al joropo en unas de sus canciones: “que lo cantó José Antonio pa’ que bailara Bolívar en una noche sin ley”, pero es a los comienzos del siglo veinte cuando realmente empieza la música a ser protagonista en la cultura llanera por ejemplo el maestro Eduardo Mantilla Trejos menciona en su obra el tesoro de los Jesuitas que el arpa fue introducida en Colombia hacia el año de 1.925 por el apureño Arturo Lamuño y que David Parales siendo niño le preguntó ¿como se toca eso? y el maestro Lamuño le contestó mira mijo esto se toca “así” convirtiéndose luego ese niño, en el mejor interprete del instrumento en los llanos colombianos, para esa época relata también Mantilla Trejos ya el maestro Miguel Ángel Martín había compuesto su inmortal obra: Carmentea, pero que se tocaba con guitarras.
Se dice que la música llanera tiene sus comienzos como expresión total, en Venezuela, comparto esto, porque en Venezuela se grabó el primer disco cantado, se organizaron los primeros conjuntos llaneros y se conocieron los primeros cantores, pero el llano es el mismo, por lo tanto es muy difícil decir con precisión donde nace el primer canto llanero.
Con respecto a la temática de las composiciones en esos primeros tiempos era inspirada totalmente en las faenas y las costumbres del llano, muchas veces vivencias que eran cantadas en corríos, menciono por ejemplo “El caimán de boca brava” interpretado por Francisco Montoya, “El Tigre e’masaguarito” de Ángel Custodio Loyola y muchos otros, pienso que de alguna manera ese llanero venezolano es influenciado por las películas mexicanas donde el charro era la viva expresión del campo con sus canciones donde decían y trataban no solo las luchas por sobrevivir a las condiciones que imponían los poderosos, sino también las ferias donde era común y necesario que ese charro cantara, creo que de alguna manera los parrandos o fiestas llaneras que se realizaban y que ya muy poco se realizan, que cuentan que duraban tres noches y tres días sin parar, tienen de esas fiestas que se llevaban a cabo en los pueblos mejicanos, pero por otro lado, el llanero no se expresaba en sus canciones como un hombre dominado sino todo lo contrario, un hombre libre y que podía recorrer la inmensa sabana sobre su caballo.

Hoy en este mundo globalizado naturalmente que el llanero ha sido penetrado de muchas maneras en su vivir cotidiano, el celular, la televisión, el automóvil y tantas cosas a las que tiene acceso han cambiado también la temática de sus canciones, ahora no solo le canta al llano y todo lo que lo rodea sino también a la ciudad, al mar a la montaña, a la mujer de esa ciudad donde le ha tocado vivir y compartir, pero como dice el profesor Jeroh Montilla en cualquier rincón de Venezuela hay un llanero para cada gusto, que aunque no halla nacido en el llano, canta música llanera, usa sombrero, botas, blue jeans, camisa de cuadros, o alegóricas al coleo y es eso parte de esa llanerización a la cual también se refiere el profesor Adolfo Rodríguez en muchos de sus trabajos, por lo que estoy convencido que la música llanera fue factor determinante para que se sucediera ese fenómeno.

Se sabe que en los llanos colombianos Guadalupe Salcedo a mediados del siglo veinte ya cantaba e incluso se le atribuyen algunos versos, Miguel Ángel Martín junto a destacados músicos araucanos se presentaban en la capital colombiana interpretando joropos y golpes ya que en esos tiempos la música llanera era interpretada solamente con el instrumento mayor es decir el arpa, aunque en algunas regiones era la bandola, dicen algunos estudiosos que en las regiones que eran bañadas por grandes ríos, predominaba el arpa, y en las regiones donde no se podía llevar el arpa, por ser difícil transportarla a lomo de caballo, predominaba la bandola, la cual era de fácil transportación, a estos instrumentos se le sumaban el cuatro, las maracas y el buche, llamando así al grito del llanero, se decía en el llano cuando un cantante tenia la voz recia: “ese si tiene buen buche”, es bueno recordar que en esos primeros tiempos solo se interpretaba el joropo, seis por derecho, -que es afinación por mayor- y el pajarillo -que es afinación por menor-, se podía pasar toda una noche oyendo a los músicos tocando y un cantante al que se le dice coplero, que todo lo que cantaba era improvisado, muchas veces vivencias de la faena diaria, que unas veces llamaban corrío, otras pasaje, era común escuchar las expresiones: te voy a sacar un corrío o voy a sacar un pasaje, refiriéndose a algo que había pasado o sucedido. En los albores de los años cincuenta, con la llegada de Juan Vicente Torrealba y sus torrealberos, comienzan a escucharse canciones ya no tan “apuradas” rítmicamente sino que se le da a las canciones una cadencia mas romántica y es ahí cuando se le empieza a llamar a ese ritmo PASAJE y es en este momento también donde aparece primero el contrabajo y luego el bajo como instrumento acompañante.

Es en Venezuela donde comienza verdaderamente la proyección de la música llanera. Desde Caracas por diferentes emisoras radiales y televisoras se dejan escuchar los primeros joropos y golpes en las voces de grandes intérpretes, cabe mencionar por ejemplo a Ángel Custodio Loyola bien llamado el primer cantor del llano. En Colombia Miguel Ángel Martín junto a Luís Ariel Rey y el trío Los Galanes con hermosas canciones interpretadas con guitarras, pero no es sino hasta mediados del siglo veinte cuando llegan a Villavicencio de mano del maestro Miguel Ángel Martín una delegación de artistas araucanos encabezados por David Parales, Álvaro Coronel, Joaquín Rico y muchos otros, trayendo el arpa con ellos y de esa manera se riegan por todo el territorio colombiano las notas alegres del joropo llanero.

LA MÚSICA LLANERA: FACTOR DETERMINANTE EN LA LLANERIZACIÓN DE VENEZUELA

Todo comienza con la emigración a Caracas, capital venezolana, de unos cuantos llaneros encabezados por Pedro Emilio Sánchez, quien graba el primer disco titulado Seis por derecho, el canario de Apure, Don José Romero Bello, quien se convierte en un verdadero baquiano de los llaneros en la capital, Juanito Navarro, Melecio García, El Indio Figueredo uno de los primeros arpistas conocidos, y muchos otros que escapan de mi memoria, pero que junto a estos fueron los que dieron a conocer la música llanera en la capital y por ende en el resto del país, luego llegan Loyola, El carrao de Palmarito, el Catire Carpio, Juan Chiquito, Juan del Campo, Francisco Montoya, Jesús Moreno, cabe mencionar que Loyola llega a Caracas de la mano de Juan Vicente Torrealba.

Todo este movimiento da como origen que la música llanera haya sido denominada como la música nacional, folclor venezolano, aunque nuestro folclor es variado y extenso, pero el tesón y la lucha incansable de estos llaneros, muchas veces sin el reconocimiento que se merecen, dieron como fruto que hoy cantantes como Reinaldo Armas, Luís Silva, Jorge Guerrero, y muchos otros, recorran Venezuela, parte del territorio colombiano y mas allá, interpretando nuestro lindo joropo y nuestro variado y a veces romántico pasaje.

Estoy convencido que los publicistas aquellos que hablan de marketing y posesionamiento del producto deberían estudiar detenidamente a ese llanero que por medio de sus canciones se convirtió en el mejor vendedor de ese producto: el llano.

PAPEL DE LA MÚSICA LLANERA EN LA INTEGRACIÓN COLOMBO-VENEZOLANA

Creo que todos compartimos el mismo sentimiento: el llano es el mismo, de hecho, hemos venido manejando en estos encuentros el término Llano Total, por lo tanto, aunque políticamente estamos divididos, la historia y la música nos une.

Son los festivales la manera como empieza a manifestarse la verdadera integración entre los dos países y es en Colombia, específicamente en Villavicencio, donde comienza realizarse este tipo de encuentros, al final de la década de los cincuenta el maestro Miguel Ángel Martín, crea el primer torneo internacional del joropo, con la participación, naturalmente, de artistas de Colombia y Venezuela, dice el maestro Miguel Ángel Martín en un escrito en 1975 en la revista “Festival Nacional de la Canción Colombiana” lo siguiente:
“Que nos conociéramos, colombianos y venezolanos, amantes y cultores del joropo; que Villavicencio fuera el amplio escenario que recibiera los mejores artistas de nuestro folclor y que mostráramos en esta extraordinaria fiesta llanera, la riqueza creadora de nuestro pueblo; fueron los propósitos que tuve en cuenta, al fundar el Torneo Internacional del Joropo”

En Venezuela no era tan relevante este tipo de encuentros, era mas importante el cantante como figura central, sin embargo en Guanare se crea el festival Internacional El silbón, donde se califica no solo la voz, sino que la interpretación de los instrumentos, el baile y el poema, comienzan a tomarse en cuenta también en estas competencias y vienen de Colombia participantes, pero principalmente noveles.

Pienso que en Colombia, por razones que comprendo ahora, después de compartir y vivir por mas de 12 años en ese hermano país, se van haciendo cada día mas necesarios los festivales, los llaneros colombianos, se han dado cuenta que solo conociendo las raíces, aprendiendo de donde venimos, pueden darse a conocer en el resto de Colombia, donde otros ritmos, otras expresiones musicales son mas conocidas, y una forma, es por medio del intercambio con los venezolanos, que están unos escalones mas arriba en lo que respecta al folclor llanero, aunque algunos no acepten esto, por eso desde los años sesenta se ha venido en aumento estos encuentros de verdadera confraternidad colombo-venezolana.

Hoy en día se realizan en territorio colombiano y venezolano, diferentes festivales con la presencia de artistas de ambos países, cabe destacar los encuentros que desde hace muchos años se realizan en Arauca y Puerto Carreño, el Festival La Voz del Táchira, La Voz del Alma Llanera y otros. Podemos decir con propiedad que no existen fronteras que separen los llanos colombianos de los venezolanos, solo fronteras políticas, sin embargo falta mucho por hacer al respecto, necesitamos que las autoridades de ambos países tomen medidas para agilizar trámites que faciliten los intercambios folclóricos, o una vieja aspiración de todos los llaneros que diariamente trabajamos con nuestro folclor común: que se implemente un pasaporte cultural, ya que cada día, se hacen más presentes los intercambios culturales tanto en suelo venezolano como en suelo colombiano. Soy un convencido que la verdadera integración se hace por medio de la cultura, ya que la integración comercial y política depende de muchos factores, puntos de vista e intereses de los gobiernos de turno, y naturalmente de los grandes capitales, pero las expresiones culturales no podrán nunca ser cambiadas y los llaneros iremos por siempre unidos por nuestro llano, por nuestra música y por algo mas importante aún, por los lazos sanguíneos, vínculos afectivos y relaciones de pareja construidas a través de la música y en pro de ella, como es el caso particular de Gladys y yo. Por lo tanto se ha hecho y se seguirá haciendo verdadera integración así, y solo así, por medio de la cultura llanera que nos une.

En una oportunidad que regresaba de la bella población de Arauca, después de permanecer por varios días promocionando un trabajo discográfico en las emisoras radiales araucanas, me detuve en el puente José Antonio Páez, que marca los limites, ya del lado venezolano y tratando de conseguir o notar alguna diferencia entre lo que vi y viví allá en Arauca y lo que veía y vivía en Guasdualito, llegué a la firme convicción que tenía que hacer una canción que expresara ese sentimiento que estaba sintiendo en ese momento y nació esta canción que no encontré otro titulo que ponerle sino “Dos pueblos y un mismo sueño” y que con el permiso de todos voy a cantarles.

Muchas gracias por su atención y espero que disfruten este pasaje llanero que trata solo de decir lo que pienso con respecto a nuestro Llano Total.

“DOS PUEBLOS Y UN MISMO SUEÑO”


I
Río Arauca Río de ensueño
Que divides dos naciones
No comprendo las razones
Si pisan un mismo suelo (BIS)
No pueden haber fronteras
Si están bajo el mismo cielo
Los bañan las mismas aguas
También los mismos recuerdos
Y luchan por mantener
A este llano tan señero (BIS)

II
Solo le pido a mi Dios
Que estos dos pueblos hermanos
Vayan siempre de la mano
Luchando por el folclor (BIS)
No pueden haber fronteras
Si hay un solo corazón
Sueñan con la misma luna
Y bailan un mismo son
El del joropo trama’o
Entre el tiple y el bordón (BIS)


Fotografía: Gladys Franco.

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